Avanza sobre los destinos cardinales
el placer ya antes vivido en parajes
inolvidables destinos corrugados
bajo la templanza latente.
Sorpréndeme vida, que el mundo me ha de acabar
incrusta en tus aristas la victoria
del mundo recibido bajo un estruendo
purificable.
Incluso bajo los centenares de complejos
nace el inesperado temor,
de herir la esperanza
que nuevamente está dispuesta a entregarse.
No me hables de introspecciones tentativas
porque ya hablo con espejos
refracciones inherentes
y desafíos metamórficos.
Cincela tu camino hacía el bien
y demuestra tu vida en un instante
porque nadie recordará lo que fuiste
sino lo que formaste.
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