Arcángel, sobre tus alas descansa, el destino siempre muerto
intrigante, despierta en mi la salvedad de la muerte
y comprende bajo tu calor la vida desvanecida en el encanto.
Tus alas ya están quemadas por un infierno desvanecedor.
Naciste para sufrir Arcángel,
y tu vida fue el último paso para caer en presuntuosa solemnidad
se desarrolla en los brazos de quien te llevo herido, maltratado
y recordándote que eres el ultimo recuerdo de lo que no fuiste.
Tus alas están rotas, tu cuerpo hundido en profundo abismo
fuiste forjado para sufrir y destinado a la terrible vida inconsecuente
Abre tus alas en señal de guerra
vive tu finál hasta que el martírio venga por ti
solemne cruza la vida en un instante
y espera el final de tu último fin.
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