Emigrando fuerzas del olvido

Recuerdos vienen a mi mente
bañados en ira y odio del pasado
solo para saborear lo que nunca ocurrió
entre pesares y pasajes sin salida.

Intrínsecos acertijos vuelan por el alma de quien no siente
y la vida concluye para quien no ha de abrir su camino
porque en pasajes vive el hombre
y en paramos sangra el sol


Ambiguo es el arte desaparecido entre aristas
inconforme está quien todo lo dio por su creencia.

Reverendum no cruxis

Sentimientos gitanos renuevan en mi
la realidad estremecedora
la soledad inclemente
y la ira desatada

Comprendo entonces
que la realidad no he perdido solamente
sino que en sus fuerzas se ha acometido
el acto de amar

Entre cúspides raquideas del alto servante
sobrevuelo el lugar de los hechos
con la voz de la locura e intemperancia
erguida sobre elementos inocuos

Inconsecuente nace el valor de la luna
apaciguante nace el sol al anochecer
confiable, introspectivo y aberrante
confiado de un solo amanecer solemne.

Antiguos soles nacen entre hierbas inventadas
bajo la lluvia caen los mejores cuervos abrazados
atrayendo hojas inconclusas
de la vida que aún no ha de ser.

Revelaciones inherentes.

Avanza sobre los destinos cardinales
el placer ya antes vivido en parajes
inolvidables destinos corrugados
bajo la templanza latente.

Sorpréndeme vida, que el mundo me ha de acabar
incrusta en tus aristas la victoria
del mundo recibido bajo un estruendo
purificable.

Incluso bajo los centenares de complejos
nace el inesperado temor,
de herir la esperanza
que nuevamente está dispuesta a entregarse.

No me hables de introspecciones tentativas
porque ya hablo con espejos
refracciones inherentes
y desafíos metamórficos.

Cincela tu camino hacía el bien
y demuestra tu vida en un instante
porque nadie recordará lo que fuiste
sino lo que formaste.

Comprensiones inabstractas

Arcángel, sobre tus alas descansa, el destino siempre muerto
intrigante, despierta en mi la salvedad de la muerte
y comprende bajo tu calor la vida desvanecida en el encanto.
Tus alas ya están quemadas por un infierno desvanecedor.

Naciste para sufrir Arcángel,
y tu vida fue el último paso para caer en presuntuosa solemnidad
se desarrolla en los brazos de quien te llevo herido, maltratado
y recordándote que eres el ultimo recuerdo de lo que no fuiste.

Tus alas están rotas, tu cuerpo hundido en profundo abismo
fuiste forjado para sufrir y destinado a la terrible vida inconsecuente

Abre tus alas en señal de guerra
vive tu finál hasta que el martírio venga por ti
solemne cruza la vida en un instante
y espera el final de tu último fin.

La pasividad de los versos nobles

Mis versos se pelean para repartir el odio
sobre las bocas de aquellos
que solo quieren ver caer
sobre suelos devastados.

Incluso bajo el temor de la sangre viva
nace el empedernido incrustado en una roca
bajo el cumplimiento de la séptima ley
aberrante.

Intrigante suenan las cruces estelares
dando sus crujidos impuestos en una cama de destino
cumple en mi el futuro ultrajado
destruye mi alma en un intento de vivir

Suelta la muerte
a su ultimo pupilo
bajo la intemperante espécula
de el mundo auxiliar.

Intentos desesperados del encuentro consternados
demonios me cubren de esperanzas, sueños y voluntad
pues los ángeles ya me han dejado
con tal de seguir a su pastor celestial.

Abrázame Noche, como si fuera la última vez
porque hoy no hay regocijos
porque hoy no habrán casualidades
para que hoy no vuelva a perecer.

Inapacible

Bajo mi dermis suena tu nombre encadenado
como una lapida ardiente mi rostro se camufla
bajo las alas de mi espíritu mi mensaje ha de caer
sobre los grandes montes de piedad

Después de años de maldición
el cuerpo retoma la salvedad infinita
comprendida en el alma
retornando a su hogar

Inestable y sin raciocinio
bajo la apaciguante realidad confrontada
impaciente se abre paso
entre palabras sin lugar.

Abre en mi el camino que tu buscas
supera aquello que te ha dejado en el pasado.
Confronta la verdad y desploma
a todos aquellos que de ti no han confiado

Supera barreras inhostigables
bajo mantos hechos de verdad pura.

Otórgame esta ultima pieza,
aunque el baile no ha empezado
y bajo la ultima luz de la noche espero
nacer de entre mis huesos mitigantes