Insolentes ojos miran la carne cruda
de lo que alguna vez hablé inconsciente
pero hoy se demuestra de forma factible
aunque incongruente.
Momentos tristes acompañados de melancolía implícita
marcan el pasar de quien mordió el polvo en una sola jugada
inconclusas quedan mis palabras muertas
complejas quedan mis intenciones solitarias
hilarante suena mi sufrimiento ajeno
sintiendo el incesante deseo de la vida en mi muerte
abrazando solo el inmotivante hecho de existir
impregno mi aroma con sueños abismales
y momentos asfixiados
malevolente suena el alma de aquel que todo sufrió
inconclusa es la esperanza del guerrero sin castillo
imparcial es la mente de quien solo sufrimiento ha vivido
aterriza hombre que ya no hay vuelta
tu vida solo conoció miseria
y ya no queda nada por delante
solo muerte, dolor, y hambre.