Talonario de muertes inconclusas

motivado solo por la desdicha
comprendo inherentes caminos de eterna muerte
contemplada en sentimientos abstractos
de eterna gravedad.

vuelve a mi lo obvio
lo presente
lo palpable

el futuro del trébol sin hojas
el camino del truhán destronado

la vida parece una ilusión de mi memoria
un recuerdo de algún momento de felicidad
que ya no existe
que hoy es deshonra

 Y sigo muerto
y no puedo morir
 Y sigo en pedazos
y no me puedo alejar

y ahora,
ni siquiera me abraza la mentira
de la venganza anhelada
sino la triste balada,

del soldado, sin espada.

Coexistencias inconclusas

Después de cantos regocijados en la impertinencia del tiempo
comprendo fehacientemente el dolor aberrante
de la verdad absoluta
Imperante.

Aferrables sentimientos de amor corresponden
en sanguinolentas noches de soledad
ofuscada
Impertinentes suenan las voces de quienes no han vivido

Solo el sueño de quien todo lo perdió suena como eco profundo
en la mente de quien nada nunca tuvo
y recuerda
como llegó hasta la vida tal final oscuro

Como hay vida tras un velo de sangre y dolor
como hay muerte entre tanta soledad
intolerantes sonidos atraídos por el dolor
recuerdan el momento eterno, en que el valor fue perdido

aterradoras imagenes de un futuro previsible
comprenden el dolor
amenizan la existencia
solemnizan el momento

y quien soy yo para juzgar
a quien yo solo he conocido
y quien solo me ha amado

no me conozco
mirar al espejo en búsqueda de trazos rotos
y encontrar en cambio,
mundos muertos

Recuerdame un momento
que tras de ti va mi ayuda
puedo yo ya lo he sufrido
y no quiero que tu sufras

Me desangro
y tras mi no va ayuda
ni consuelo

Me sostengo
durante noches de mil horas
y coexistencias aberrantes